miércoles, 6 de enero de 2010

Mi rubia...


Sentado en la mesa de un bar, oteando el horizonte cortante de la barra y masacrándome las neuronas pensando en los problemas con los que la vida nos azota, la descubrí. Estaba mirándome fijamente, sin perderme de vista, sensual y pura.

Rubia como los ángeles y de tez blanquecina, su figura era esbelta y bella, su apariencia era apetitosa y algo picaruela. Me volví hacia ella y mis instintos más primarios regurgitaron agrios pensamientos impuros. Su olor me atraía.

No pude resistirme. Intenté, o tal vez no, luchar contra la tentación, pero ella era la viva incitación al pecado, la lujuria, el placer más puro.

Caí en sus garras, la liberé de la fina ropa que cubría su frío cuerpo, posé mis labios sobre ella y la saboreé lentamente, sin prisas, dejando que el tiempo fluyera entremezclando sabores. Ella se dejó consumir por mí y yo la apuré al máximo.

Estábamos rodeados de gente, pero ese momento era para nosotros. No nos importó el entorno, solo existíamos ella y yo.

Acabamos y se fue con otro. Dejándome allí, sólo, con un agridulce sabor en los labios, con la incertidumbre de no saber cuándo iba a poder volver a sentirla en mi boca.

En las noches de soledad sigo notando su sabor. Creo olerla. Su brillante y burbujeante imagen está clavada en mis retinas.
Jamás olvidaré aquella primera cerveza.


"Semper fidelis"



...

4 comentarios:

Homero dijo...

Mi primera cerveza tuvo una historia bien distinta, amigo Awesome.
Tenía cerca de 15 años y mi padre me dijo si querìa una cerveza a lo que yo constesté que no me gustaba. Y me dijo

Hijo la primera cerveza nunca gusta.. pero la que haga 20 ya me contaras.

Carlos dijo...

Amigo mío, sin duda te has superado. Tu pasmosa facilidad para la prosa me ha hecho creer que habías pasado la noche con una despampanante sueca, sin embargo al final del post me he dado cuenta de que mas bien debió de ser con una danesa o una alemana... Llamemosla Heineken.

Javito dijo...

siempre me han gustado con la tez más oscura. cubiertas por un traje de novia recien salido del frigorífico. una buena tostada irlandesa. siempre guiness.

Daniel Terrasa dijo...

La mejor cerveza es la belga. Pequeño gran país. Después de probar sus múltiples variedades uno descubre perplejo que las Cruzcampo o San Miguel son simple pipí de vieja.

PORQUE LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA