lunes, 7 de diciembre de 2009

El mes de la salud



Por causas aún desconocidas, estos días he pasado mucho tiempo deambulando de un lado a otro, viendo personas y personajes, conociendo sitios y lugares y pensando pensamientos que no pienso volver a pensar.


Me ha llamado la atención el hecho de que los barrios estaban vacíos, las casas cerradas a cal y canto, las persianas mallorquinas, más verdes que nunca, mostraban un halo de abandono, por no comentar el olor a cerrado que se respiraría allí... ¿Dónde estaba toda esa gente? ¿Se habrá acabado el mundo y me ha pillado durmiendo? ¿Seré el último superviviente de la tierra y deberé aparearme con otras especies? Preguntas inquietantes rondaban por mi cabeza cual piojo en una cabeza grunch.


Al final conseguí avistar un vestigio de pierna humana que sobresalía de una pequeña puerta. Gemidos y discusiones (perdone usted pero yo iba primero... que dice si llevo aquí por lo menos 2 horas... pero si son las 9 y esto ha abierto a las 8... pues tu puta madre, ala...). Cerca de dos millones de personas se agolpaban en un local de 4x3m, chillando como cochinillos y peleándose por un número (yo lo quiero en cinco... no, el cinco me lo he pedido yo... tu puta madre otra vez!).


Leí el cartel del local y lo entendí todo: "Administración de lotería". Ahá! No recordaba que a estas alturas del año todo ser humano se encuentra en su particular "búsqueda de la felicidad": el premio gordo de la lotería.


En fin, como a la inmensa mayoría no nos va a tocar ni un mísero céntimo y lo único que cambiará en nuestra economía será que somos 20 euros más pobres por culpa de haber comprado un puto boleto no premiado, propongo que se proclame el mes de diciembre como "El mes de la salud", ya que, a falta de "perras", no nos quedan más cojones que conformarnos con la salud que no tenemos.



"Semper fidelis"



...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y tu no comprarás ninguno?
Yo creo que en verdad todos sabemos que no toca, lo hacemos por la ilusión de imaginar que hariamos si nos tocara...


Por cierto, si por casualidad quisieras comprar uno, necesitarias tu cartera?? 8-)

Carlos dijo...

Quieras o no acabarás comprando un décimo, y cuando no hayas sacado "un mísero euro" te sentirás igual de desgraciado que los demás... todos caemos en la misma trampa año a año.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, yo diría mejor que es el ´nico que tropieza dos veces con la misma pedrea.

Javito dijo...

algunos seremos 100€ más tontos, más pobres y menos felices. y aún así, nos gastaremos otros tantos para El Niño, que si no sale el Gordo, seguro que nos saldrá el otro.

Resumiendo, cientoytantos euros más gilipollas. pero con la cabeza bien alta.

PORQUE LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA