sábado, 19 de diciembre de 2009

Crónica de una noche cualquiera



Parecía una noche cualquiera. De hecho lo era. Una de esas noches de cenita y a la cama. Un fin de semana más sin historia, de los del montón, de los que no suponen una batallita que contar a los nietos. Pero no lo fue. Fue muy especial.


Puede que porque los dos ansiábamos vernos a solas de una puta vez, o puede que fuese porque, pese a llevar tanto tiempo juntos, las polillas siguen revoloteando ahí dentro, pero lo que es cierto es que ayer, sin hacer nada en especial, fue una gran noche para nosotros.


Acurrucados en el coche, ella abrazada a mi voluptuoso cuerpo, tratando de huir del frío mallorquín, tapada con una fina chaqueta que apenas la calentaba y aferrándose a cuello como si tuviese miedo a perderme... y yo, manteniendo el tipo, besando su pequeña cabeza, sintiéndome alguien importante, protegiéndola...


No hicimos nada en especial, no hubo anécdotas para contar, no cupo más que amor y cariño. Ella y yo... y la luna mirándonos.


"Semper fidelis"



...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que bonito!
para nosotros cada día es un poco más especial, y para mi todo es perfecto mientras sea con la persona a la que quiero, TU.

• Ïяeηe •

Lo pequeño es grande día a día.

Homero dijo...

ESO ES LA DEFINICIÓN DE AMOR ¡¡¡ todo lo demás son IMITACIONES.

Homero dijo...

He vuelto a leerlo. Me recuerda unos momentos mágicos de mi vida.

Awesome Guy! dijo...

Me alegra que mi post haya despertado tanto interés en usted y que le haya hecho recordar momentos de su vida.

El propósito por el que escribo es ese, hacer pensar a mis lectores y que ellos me hagan pensar a mí.

Siempre es un honor que un blogger como usted pase por estos lares.

Anónimo dijo...
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PORQUE LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA