Esta semana el Nobel de la Paz 2006, el Bengalí Muhammad Yunus, ha visitado la ciudad con el objetivo de proponer posibles soluciones a la terrible situación económica que viven la mayoría de familias de clase baja.
Tengo que reconocer que no pude asistir a su conferencia, pero si he podido leer en varios periódicos locales el contenido de esta.
El "banquero de los pobres" manifestó su preocupación por la grave crisis que atraviesa el mundo entero, y en especial España, cuya recesión es inminente; y propuso medidas un tanto utópicas, financieramente hablando, para afrontarla.
No puedo decir que comparta muchas de las teorías que expone el sr. Yunus, como la de crear una especie de "mini-bolsa" que abarque todas esas empresas que la "Ley de Pareto" discrimina con un más que discutible 20% de los beneficios estatales; o la sugerencia de que los bancos españoles imiten a su milagro financiero, llamado Grameen Bank, creando minicréditos sin ninguna especie de garantía o aval de cobro.
Es cierto que, según datos ofrecidos por él mismo, el 97% de los minicréditos sin aval concedidos por su banco en países como Bangladesh, Argentina, Paraguay o la India ha sido devueltos. Lo que no nos aclara el sr. Yunus son dos conceptos claves: ¿Con cuanta demora se devuelven esos créditos? y ¿Tiene usted constancia de la facilidad con la que los españoles olvidamos nuestras deudas pendientes?
Desde mi más que profundo respeto hacia el Principe de Asturias de la Concordia 1998, puedo decir que no creo en una solución para esta CRISIS que no sea la paciencia.
Sr. Yunus, sea usted bienvenido a la nueva Atlántida...
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