sábado, 19 de junio de 2010

El despertar del egoísmo racional...



Cuando todo lo que creías se desvanece, cuando aquellos en los que confiabas te abandonan en la más mísera pena, cuando el universo te da una lección, que te queda?? ... ... conozco la respuesta ... ... tú mismo.


Toda la vida he recibido críticas acerca de mi incapacidad para expresar lo que siento, de contar mis problemas. Siempre creí que uno debía de ser capaz de solucionar sus propios dilemas y superarlos poco a poco, sin ayuda de nadie. Porque, aunque nos hayan hecho creer lo contrario, nadie presta su ayuda a nadie si no es a cambio de algo, aunque solo sea una sonrisa, y es por eso que no creo en el altruismo, sino que postulo la existencia del egoísmo racional, la creencia de que el YO está por encima de lo demás en la vida de las personas y que, pese a no darnos cuenta de ello, nuestros actos buscan de forma natural el bien propio. No existen las personas solidarias sino los malos negociadores, gente que vende barata su ayuda.


Sin embargo últimamente mis actos no estaban reflejando verdaderamente dichas creencias. Me encontraba cómodo entre un grupo de personas que me hacían sentirme querido, donde tenía la certeza de que, en caso de necesitarla, encontraría la ayuda que me hiciese falta sin necesidad de ofrecer nada a cambio... Pobre necio. Me dejé sucumbir por los encantos de la falsa amistad, esa que te muestra una vida diferente, llena de nuevas experiencias, esa que te eleva a lo alto para luego dejarte caer sin piedad alguna, aplastando tu malherido orgullo contra el duro asfalto...


He aprendido una lección, o al menos eso creo. Sin embargo soy consciente de que volveré a caer en la misma trampa, volveré a confiar mi suerte a quién no debo y volveré a besar el suelo, creyendo que de una vez por todas he aprendido la lección...



"Semper fidelis"



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jueves, 3 de junio de 2010

Mi nuevo vecino, el hijo del diablo...


Este fin de semana he madrugado... los dos días... Los que me conocéis sabéis de buena tinta que yo soy de los que duerme hasta que le sangran los párpados, y que, pese a que mi vecina hace continuos solos de batería con sus típicos trasiegos de muebles que alcanzan un número de decibelios nunca antes registrado, tengo un sueño tan profundo que mi familia ha llegado a dudar de si padezco narcolepsia.

Sin embargo este sábado conocí a mi némesis... el único individuo que ha perturbado mi sueño... mi personal Jimmy Jump... y apenas tiene 4 años...

Hace pocos días un joven matrimonio y su niño se mudaron al piso del otro lado de mi calle, con tan mala suerte que su balcón da justo a la ventana de mi dormitorio. Bien, para que me entendáis son de aquellos que piensan: "Si el niño llora, que llore hasta que reviente"... y así vamos, el niño estuvo llorando el sábado y el domingo desde las 7 de la mañana hasta que perdió el conocimiento (supongo), sólo en el balcón y a pleno sol.

Mi reloj morféico va atrasado. Me faltan horas de sueño. Voy dormitando por las esquinas. Mis ojos, hinchados y de un color más rojizo que la cuenta bancaria de un ateniense, me delatan. Y en el trabajo estoy más ausente que el hueso del tabique de Belén Esteban.

Quién lo iba a decir... un niño ha podido conmigo... ¿será eso un presagio del fin del mundo?... Damian, el hijo del diablo se ha mudado a mi barrio... por si no había suficiente chusma...



"Semper fidelis"



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PORQUE LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA