EL MEJOR CLUB DEL MUNDO

Desde mi infancia he recibido críticas e injurias por parte de mis compañeros de clase. No sufrí "bulling" ni "mobing" ni ninguna de estas enfermedades que acaban de nacer como el estrés post-vacacional o la menstruación. Lo único que me hacía especial era el hecho de ser el único niño de mi clase con sangre blaugrana.

Yo tuve que sufrir la séptima, la octava y la novena. Yo tuve que sufrir el gol de Baptista en el Camp Nou. Yo tuve que sufrir las Intercontinentales, el gol de Zidane contra el Leverkusen y las chulerías de Guti. Yo tuve que aguantar que mi ídolo, don Luis Figo, se cambiara de camiseta sin dar explicaciones a sus boquiabiertos seguidores...

Pero ahora es mi momento. Por fin puedo decir que todos estos años de incomprensión han valido la pena: la chilena de Rivaldo que nos clasificó para la Champions contra el Valencia, la cola de vaca de Romario en el Bernabeu, las "butifarras" de Giovanni y Van Bommel, el gol de Iniesta en Stamford Bridge, el nacimiento del Dios del fútbol y, como no, el 2-6 en "La Cloaca".
Todos esos momentos han borrado de mi memoria tantos lunes de decepción, tantos miércoles de eliminaciones europeas y tantos meses de junio con las vitrinas vacías.

Amigos culés, disfrutadlo ahora, porque, desgraciadamente, no creo que esto nos dure mucho. Así que, por una vez en la historia, regodeémonos y digamos bien alto que somos EL MEJOR CLUB DEL MUNDO.


"Semper fidelis"

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